domingo, 19 de diciembre de 2010

La Educación entre Paradigmas… Sandra Sepulcri

¿Una Escuela como todas?

 “Enfrentada a la puerta de dirección, nos encontramos con un aula, multiuso, espacio para: peluquería, carpintería, con un portón grande, ya que fue utilizada para el curso de mecánica y electricidad del automotor. El aula tiene un sector apropiado para peluquería, con 2 espejos y 2 sillas, 1 secador de pelo; en la otra pared nos encontramos con un torno de carpintería, banco y otras herramientas; en el centro del salón están ubicadas mesas y sillas que miran hacia la pared en que se encuentra el pizarrón y el escritorio.”

En este aula podemos ver claramente cómo conviven el viejo y el nuevo paradigma. Cómo el viejo paradigma persiste y hasta es difícil erradicar. Se instala y está fuertemente apuntalado, o quiere estarlo, por sujetos que necesitan que sea “una escuela como todas”, y por otros que afirman “Yo soy tan maestra como los que son maestros”. Esta necesidad de ser como los demás, no nos deja ser nosotros mismos. Pero en otro momento también se nos ha dicho “para mí es un premio enseñar acá”. Y ahí aparece la persona y nos abre su corazón y casi sin querer nos confiesa “acá se les da mucho a los alumnos, se apunta a los social” (...) “es una escuela abierta para todos”. El enseñante “es una persona”, una persona dedicada a su trabajo, quien excede en horarios y acude en cuanto lo llaman por algún problema o necesidad, está ahí, como lo está en esta escuela, “Ella” quien nos dice: “Siempre sentí la necesidad de dedicarme a los adultos, fui maestra, directora, y ahora en este centro pude comprobar, que es lo que más responde a las necesidades inmediatas de los alumnos, debo aclarar que somos los olvidados del sistema”, entonces, nos atrevemos a decirle: ¡No es una escuela como todas! ¡Es más que eso! Es una escuela que vive y reconoce la incertidumbre. Y bien sabemos que la vida humana se organiza en una lucha contra la incertidumbre. Y que en este centro y en los sujetos que a él asisten vemos que la preocupación por incorporar la incertidumbre no es nada nuevo. Y que como en el aula, conviven el viejo y el nuevo paradigma, lo mismo sucede con los sujetos, cada uno de los que asisten aquí. Y  cuando decimos que no  es una escuela como todas, nos alegramos de poder diferenciarla. De reconocer, de desocultar,  y de darnos cuenta que tanto ellos como nosotros vivimos en la “dualidad”, somos seres duales (en términos de Freire), “Soñamos para recrear el mundo, en donde uno puede ser más gente que cosa, pero al mismo tiempo vivimos en una estructura que nos domina y nos explota”. Entonces  debemos preguntarnos: ¿Cómo puedo trabajar para una institución deshumana? Hay que asumir la realidad, y asumiéndola, puedo asumir esa tensa relación entre ser y no ser, si la asumo me empuja a la lucha. Y desde la lucha podemos “Sentir lo alternativo”, algo que nos ayudará a reflexionar sobre las posibilidades en un mundo como el nuestro. Dado que la condición de posibilidad de lo alternativo es el futuro. Por todo lo mencionado afirmamos utilizando palabras textuales de Francisco Gutiérrez, que una propuesta alternativa apunta a: Educar para la Incertidumbre; Educar para gozar la vida; Educar para la significación; Educar para la expresión; Educar para convivir; Educar para apropiarse de la historia y de la cultura.
En una sociedad en la que la incertidumbre crece día a día,  se le plantean a cada uno de sus sujetos, problemas cotidianos por resolver, y no problemas menores, como los que deben enfrentarse alumnos y docentes/instructores del centro,  EL HAMBRE, LA DESNUTRICIÓN, EL DESEMPLEO, etc. Y que pese a ello asisten diariamente enfrentando todas esas vicisitudes, porque encuentran en ese lugar un lugar de contención, de comprensión, de acompañamiento. Porque muchos de ellos se dan una oportunidad, porque ahora es su momento, porque otros desean subsistir, darles de comer a sus hijos, sentirse personas, sentirse escuchados. Saben que deben enfrentarse día a día a la incertidumbre, que están inmersos en ella, y que solo mediante una actitud activa que les permita la creatividad, la capacidad de relacionarse con el otro, con los otros, que son iguales, entonces sí, podrán gozar la vida, porque saben y sienten la alegría de ser y de vivir.            
Grupo de Asesoramiento Pedagógico: Paradigmas 3
                             Paradigmas3@yahoo.com.ar

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