miércoles, 27 de octubre de 2010

Fernando Savater: "Educar es transmitir humanidad"

Catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, autor de numerosos libros y colaborador de publicaciones españolas y de fuera del país, el nombre de Fernando Savater está indudablemente ligado al de la ética. Asegura que la educación y la protección de los menores son problemas éticos básicos. Ante los retos y las preguntas que ello plantea a los que deben educar, Savater propone formación y reflexión y, sobre todo, tener siempre como prioridad los intereses y los derechos del menor. Estas son algunas de las respuestas de nuestra entrevista:
"La ética depende fundamentalmente de la intención, es decir, no se trata de hacer unas reglas externas porque para eso están los códigos penales: Lo importante es la intención. En el caso de la ética de la protección a la infancia lo importante es que realmente se esté buscando lo mejor para el niño, para el menor y no satisfaciendo algún tipo de vanidad personal o de capricho. Repito que en el caso de la ética, lo importante es la intención. En el caso jurídico, sin embargo, lo que cuenta es la regla, la norma.Cuando hablamos de ética de la protección de la infancia, nos estamos refiriendo a lo que pueden esperar los niños de los adultos que se van a responsabilizar de ellos, sean sus padres biológicos, tutores o las personas que los van a adoptar, cuál es la reflexión moral que nos suscita el hecho de tener a un menor en nuestras manos, de tener que responsabilizarnos de un menor. Es un problema ético básico. La moral parte precisamente de ese hacernos cargo de los demás. Y en el caso de los menores, por su estado de entrega a nuestro cuidado, protección, orientación, pues todavía la pauta ética se hace más necesaria."
"La niñez es un momento de preparación para la vida adulta. Cuando nos preguntamos qué hay que proteger en el niño, la respuesta es muy simple, hay que proteger la niñez, proteger ese intervalo, ese tiempo de juego, de descubrimiento, de aprendizaje. No hay que hacerle al niño adulto demasiado pronto, como en esos casos terribles de niños que trabajan como esclavos desde edades ínfimas o los niños que por abandono o miseria tienen que convertirse forzosamente en adultos, es decir, que les secuestran su niñez, el tiempo del juego y que nadie se hace cargo que otro tiene que ser adulto mientras el niño es niño."
"En el caso de la adopción, la única diferencia que existe es que en vez de ser el hijo biológico que nace sin más requisitos que la pareja procree, aquí se deben pasar unos trámites. El niño no está ligado biológicamente a la familia sino que tiene que estar ligado por una decisión, por un compromiso. El hijo biológico nos llega y con el adoptado nos comprometemos y tiene una dimensión de compromiso elegido, yo creo, todavía mayor que la paternidad biológica. Los verdaderos padres son quienes se encargan de transmitir humanidad, quienes van a hacerse responsables de la transmisión del mensaje humano, la dimensión simbólica, la dimensión verbal, el reconocimiento de la semejanza humana y de las pautas sociales".
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario